Esta receta, además de ser típica de estas fechas, es altamente desestresante. Si habéis tenido un mal día en el trabajo o en casa, haced pestiños y liberad adrenalina pegandole con saña a la masa. Cuanto más le zurréis, más buenos están los pestiños.
- 400 gramos de harina de trigo.
- 1/2 vaso de moscatel.
- 1 cucharadita de matalahuva (anís en grano)
- 1/2 cucharadita de ajonjolí.
- 1 corteza de limón.
- 200 gramos de miel de abeja.
- Aceite de oliva.
- Sal al gusto.
Preparación:
Poner al fuego una sartén y echar 1/2 vaso de aceite, cuando esté caliente echar la corteza de limón y dejar que se fría ligeramente, entonces retirar la sartén del fuego y echar la matalahuva(anís en grano) y el ajonjolí, dejar que se enfríe el aceite.
En un bol, poner la harina en forma de volcán, echarle un poco de sal y añadir el moscatel y el aceite sin la corteza de limón. Amasarlo todo bien hasta conseguir una buena masa. Es muy importarle pegarle mucho hasta que la masa no se pegue a la mano. Entonces dejar reposar la masa durante una hora envuelta en un paño.
Mientras tanto se puede ir haciendo el jarabe de miel, poniendo en un cazo la miel y 5 cucharadas de agua, ponerlo al fuego y cuando empiece a hervir, bajar el fuego y dejarlo cocer a fuego lento durante unos 10 minutos.
Cuando la masa haya reposado, ponerla sobre la mesa o encimera de la cocina, en la que se habrá echado un poco de harina y se le van dando pellizquitos a la masa. Con el rodillo o vaso grande, previamente embadurnado en aceite, estirar bien los trocitos de masa, de forma que quede una lámina de unos 3 milímetros y plegarlo en forma de pestiño.
Poner una sartén al fuego con abundante aceite y cuando esté bien caliente, ir friendo los pestiños. Una vez fritos sumergirlos en la miel y colocarlos en una fuente.
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