Esta receta está inspirada en un libro: Hoy caviar, mañana, sardinas, de Carmen y Gervasio Posadas. La que allí aparece es completamente vegetal pero yo no me resisto a alegrarla con un poco de melva. La verdad es que en los rellenos de las lasañas, el cielo es el límite, al igual que en canelones o pizzas. Si es que estos italianos son los reyes del reciclaje culinario.
Ingredientes:
- 3 calabacines o berenjenas grandes
- 2 cebollas
- 200 g champiñones
- 4 filetes de melva
- Tomate frito
- 2 huevos
- Leche
- 150 gramos de queso rallado
- sal
- aceite
Preparación:
En esta lasaña se sustituyen las láminas de pasta por otras de calabacín o berenjenas.
Para hacerlas, cortar longitudinalmente los calabacines en grandes láminas ni demasiado gordas ni demasiado finas. Luego las asamos en una plancha bien caliente dejando que queden un poco duras y crujientes.
En una sartén sofreímos las cebollas cortadas lo más finitas posibles. Añadimos los champiñones cortados en láminas. Al cabo de 5 minutos, añadimos la melva a trozos y tres cucharadas de tomate frito para dar untuosidad. Revolvemos bien y retiramos.
En una fuente de horno aceitada distribuimos las láminas de calabacín ocupando todo el fondo. A continuación, ponemos el relleno, taparmos con otra capa de láminas de calabacín. A mí me sale para dos pisos
Echar por encima las huevos bien batidas con un chorro de leche y espolvoreamos con queso rallado. Gratinar la lasaña durante 5 minutos en el horno precalentado a 190º hasta que esté doradita.
Servir bien caliente.
Tiempo de preparación: 10 minutos
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